Conectarse a la vid, desconectarse de su yo
Cada uno de nosotros tiene experiencias que definen su
opinión, política y valores; dadas esas experiencias que nos marcan podemos quedarnos
atascados, podemos lastimar a otros y cegarnos a posiciones inflexibles o podemos avanzar buscando ser mejores. En la vida de todos nosotros existen personas con actos
muy dañinos como despedirte durante una enfermedad o momento de necesidad,
infidelidades, engaños económicos, etc. estas generan heridas sobretodo en nuestro
yo y podemos quedarnos con la herida o tratar de avanzar lejos de ella, al
final dichas personas lastiman generalmente por no tener conciencia de la
maldad de sus actos y curiosamente lo hacen en pro de potenciar su yo. En ambas
situaciones el ego (yo) es lo fundamental y se enraíza en nuestras vidas sin
darnos cuenta, en mi caso y disculpándome por la auto referencia, la uso porque
es lo conocido no por ser ni hacerlo mejor, tomare solo un aspecto y lo citare
de ejemplo: toda mi infancia fui débil médicamente, que chico, que pie plano,
que con escoliosis, con bronquitis obstructiva, o sea tenía 6 de 10 aprendí a
cultivar mi mente, a enfrentar cualquier situación con esfuerzo mental y
perseverancia, mi motto “Bruce Lee se recuperó de una lesión de invalidez con
su mente entonces yo también puedo”… todo lo logro con auto convicción y
esfuerzo hasta ahí no tiene nada de malo.
Pero Jesús nos dice que nuestra
confianza debe estar en él y no en nosotros después de todos estos años he
pasado muchas cosas y las he superado, gracias a Dios pero en mi interior muy
en el fondo estaba el “también gracias a mí mismo” aprendí a luchar pero
también a aislarme, nadie me veía débil, nadie sabe realmente como me siento, a
ser un “Great pretender” como dice F. Mercury y en eso no tenía a Dios ni a nadie
a mi lado. Hoy con la enfermedad que me tomo por sorpresa y que tiene me cabeza
dada vuelta, existe la incertidumbre, la incapacidad de tener auto convicción
dado que todo se genera desde el mismo centro que te permite superar, hoy
aprendí a vivir el día a día con otros, a solicitar ayuda y a quejarme, siendo
honesto no puedo decir que ha sido sin resistencia de mi parte, hoy debo asumir
que no tengo el control y realmente me conecto a la vid dándole el control de
mi vida. No es fácil renunciar al ego, no es fácil dejar que otro decida por ti
pero a la vez te da la calma de no luchar, de a pesar del dolor tener
tranquilidad y paz, de creer que a pesar de todo algo bueno saldrá y me di
cuenta de algo importante: Cuando todos estamos encerrados en nuestro ego
peleamos con otros, nos cerramos a nuestra visión de vida y vivencias, lo más
importante es nuestro yo pero cuando aceptamos realmente que Jesús gobierne
nuestras vidas aprendemos a unirnos a otros realmente sin mirar condición,
pensamiento, vivencias, etc no importan porque el camino es vivir lo que el
Maestro desea, realmente aprendemos a amar. Nos guste o no mientras nuestro yo
sea primero antes que Dios no estamos conectados con la vid, podemos ser
religiosos pero no creyentes, nos costará entender y seguir a Jesús “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lc.6:46) Yo no soy ejemplo ni mejor que nadie, soy peor que yo mismo, hoy aprendí y paso por una situación donde intento día a día darle el control de todo a Jesús, mi fe no solo me esta ayudando a llevar el día a día sino que se ha vuelto mi día a día. Existen muchos pastores, sacerdotes, hermanos en la fe que por respeto a su ego no permiten cambios, se alejan de la palabra, de las congregaciones, alejan a otros con juicios duros, etc todo porque realmente no estamos formados Cristocentricamente, no es lo que el otro diga o haga lo que importa sino ¿Qué tiene Dios para que yo haga y como puedo hacerlo? Si nos preocupamos de esa pregunta nos daremos cuenta que no tenemos tiempo para mirar o preocuparnos del como nos tratan o lo que hacen otros, nos daremos cuenta que lo que Dios transmite es más importante de cumplir.
Cuando Dios me llame a su lado que sea cuando él quiera y como él quiera, hasta ese día espero estar peleando con mi duende y dios interno llamado ego para dejarlo en su lugar, para que me deje enseñar y transmitir lo que Jesús tiene para el mundo, intentar ser mejor por la gracia de Dios que mi yo mismo. La paz de Dios y su bendición para todo aquel que pueda leer y entender este mensaje.
Comentarios